Yann se apasionó por la fotografía desde joven. Al principio se interesó por los paisajes y después se enamoró de las bodas. Le encanta hacer lo imposible para destacar a los novios en ambientes mágicos, retratando momentos de complicidad y transformándolos en recuerdos inolvidables. Catherine se ocupa de los reportajes fotográficos y le gusta ser discreta. Consigue capturar y transmitir las emociones y la espontaneidad de momentos privilegiados. Su profesión cobra sentido para ella en el instante en el que consigue fotografiar el brillo de felicidad en los ojos de los novios, las lágrimas de emoción o las manos que se entrelazan mientras hojean su álbum. Además de las bodas, durante más de 20 años han recibido en su estudio familias, niños, embarazadas y recién nacidos para inmortalizar todos esos momentos de la vida.Han sido recompensados varias veces con el título de Fotógrafo de Retrato en Francia (2009, 2011 y 2013), menciones Honor (2015) y Mayor (2017), también un QEP Bodas (2016), además de diferentes nominaciones a concursos como el WPS . Yann y Catherine se preocupan por ofrecer a sus clientes un servicio de calidad y productos de alta gama.