Elegir hacer lo que nos gusta requiere mucho autoconocimiento. Es esencial conocernos a nosotros mismos y respetar nuestra verdadera esencia para entender lo que nos motiva y lo que nos puede llevar a dejar un legado en el mundo.

Esta es una percepción de la vida muy interesante y se aplica a todo lo que nos rodea: personas, aficiones, trabajo...

Dicen que para ser médico hay que tener un don, un inmenso deseo de ayudar a los demás. Más que eso, creo que es necesario tener amor por lo que queremos hacer. Todas las profesiones requieren diferentes características y éstas vienen con el trabajo, con la voluntad de hacer y ser más.

En mi caso, y con la fotografía, lo más importante era la pasión, las ganas de querer dejar una huella en el mundo y ayudar a mis clientes a eternizar momentos que pudieran pasar de generación en generación.

Mi historia

El contacto con el mundo de la fotografía llegó muy pronto en mi vida. A los 15 años empecé a trabajar en un laboratorio, imprimiendo fotografías, y fue ahí cuando me apasioné por esta área.

Mi estilo fotográfico apareció de forma muy natural. Definí mi propio estilo y sentí la necesidad de mostrárselo a mis clientes para que tuvieran la misma onda que yo y aceptaran mis retos, mi visión, mi interpretación de sus historias.

Mi filosofía

Cuando buscamos un profesional, una pareja o un amigo que participe activamente en un área determinada de nuestra vida, buscamos a alguien que se identifique con nosotros. Alguien que lo haga lo mejor posible, que encaje con nuestros valores y que, obviamente, domine y conozca el tema. Esa misma filosofía se aplica cuando buscamos un fotógrafo. Ya sea para fotografiar una boda, una sesión familiar, un embarazo, un recién nacido, o incluso, un producto, buscamos un profesional cuyo estilo sea notorio en su arte.

¡Esto es un poco de mi ideología! Creo que somos mejores profesionales cuando elegimos fotografiar lo que realmente nos gusta y en lo que creemos. ¡Hoy en día, ya sea en la fotografía o en cualquier otro reto profesional, siento que lo importante es ser feliz, estar realizado y amar, sobre todo, el trabajo que devolvemos al mundo!

Mi mensaje

Si hay algo que me gustaría reforzar con este artículo es esto: Si eres feliz fotografiando sesiones de maternidad, si la sonrisa de un bebé es lo que más le gusta a tu objetivo o si lo que más te llena es fotografiar escapadas de boda, ¡céntrate! No hay nada malo en dedicar tu tiempo a lo que tiene sentido para ti.¡Esto es un poco de mi ideología! Creo que somos mejores profesionales cuando elegimos fotografiar lo que realmente nos gusta y en lo que creemos. ¡Hoy en día, ya sea en la fotografía o en cualquier otro reto profesional, siento que lo importante es ser feliz, estar realizado y amar, sobre todo, el trabajo que devolvemos al mundo!

Muchas veces (más de lo que deberíamos) nos olvidamos de lo más importante: las personas que estamos fotografiando y la conexión que tenemos que crear con ellas. Estar conectado con tus clientes y tener la energía y la motivación a la hora de fotografiar (la que surge de la plenitud que sentimos al fotografiar aquello en donde nos vemos reflejados), te permitirá vender mucho mejor tu negocio y, sobre todo, te hará ser un profesional y un ser humano mucho más realizado.