Le apasionaba la película analógica en blanco y negro. El mundo digital acababa de empezar y ella aún estaba lejos de su sueño de convertirse en fotógrafa de arquitectura.
Acabó convirtiéndose en videógrafa de bodas por accidente, cargando con una pesada cámara. No disfrutó de aquellos dos años, pero le enseñaron lo que no quería hacer. Después de vivir cinco años en Madrid, se trasladó a una ciudad más pequeña para seguir su pasión por la fotografía. En 2004 fundó su propia empresa y fotografió cuatro bodas con su Canon Rebel 300D. Quería evitar los típicos retratos posados en lugares conocidos y, en su lugar, exploró campos de girasoles y zonas rurales. En pocos años, otros fotógrafos empezaron a copiar su estilo y sus localizaciones. Esto la llevó a mudarse de nuevo a la ciudad y empezar a fotografiar en la calle.
En 2011, fotografió su primera boda de destino en Cartagena de Indias, Colombia, y fue entonces cuando se dio cuenta de que había encontrado su verdadera pasión. Las bodas de destino se convirtieron en algo extraordinario para ella, algo más que la fotografía: se trataba de toda la experiencia. En el transcurso de 3 a 5 días, conocía a todas las personas y captaba esos momentos tranquilos e íntimos que a menudo cuentan las historias más poderosas.
Llegó un momento en que se dio cuenta de que ya no se trataba sólo de técnica. Vivió experiencias impactantes que cambiaron su vida y la ayudaron a crecer como persona y como fotógrafa. Estas experiencias dieron forma a su fotografía. Su lente reflejaba su vida. El viaje de autodescubrimiento fue también el viaje para encontrar su voz y su estilo. A través de estas experiencias, su fotografía evolucionó y se convirtió en el camino de su vida.
Vive la vida con una intensidad difícil de describir. Sus emociones son intensas y, como persona empática, es muy consciente de los sentimientos de los demás. Abraza cada momento con pasión y se esfuerza siempre por destacar las experiencias únicas que la vida ofrece a quienes la rodean.
Como madre divorciada, divide su tiempo entre estar completamente con su hijo, disfrutando de cada momento juntos, y viajar por el mundo para cumplir su misión.
Su misión es documentar los momentos sutiles y a menudo pasados por alto, permitiendo a la gente revisitar y revivir esas emociones siempre que lo deseen. Está dedicada a compartir su perspectiva única mientras otros navegan por sus propios momentos en la vida.
Todo lo que hace, lo hace con total pasión.